¿Es la inteligencia artificial un estímulo o un enemigo para el proceso creativo?
Nos encontramos en un momento clave para el desarrollo cultural, en el que la aparición de la inteligencia artificial como tecnología que lo cambia todo nos plantea un debate ético en torno a su uso que debemos resolver cuanto antes.
De un tiempo a esta parte, hablar de Inteligencia Artificial es un acto cotidiano con origen en una fecha muy destacada, el 11 de mayo de 1997, escrita a fuego en la memoria de Garry Kasparov superado por la supercomputadora Deep Blue de IBM, que derrotaba finalmente al gran maestro ruso, un rival temible e imbatible para el resto de sus competidores humanos. Deep Blue parecía obedecer a los principios filosóficos de Friedrich Nietzsche y a su aforismo “el hombre es algo que ha de ser superado”.
Desde entonces, la Inteligencia Artificial ha evolucionado de forma exponencial y muchas son las cuestiones y preguntas en torno a la ética o propiedad intelectual que surgen en torno a estos procesos creativos como los generados por ChatGPT o en los sistemas de IA para las creaciones musicales.
Una de las cuestiones más polémicas de los últimos días es la decisión de la industria musical de los Premios Grammy. La Academia de Grabación ha actualizado las reglas para los Grammy del 2024 e incluir música creada con la ayuda de herramientas de inteligencia artificial. De este modo un nuevo modelo de Inteligencia Artificial sigue adentrándose en los dominios del arte o en terreno filosófico con los bots, o en el académico con los discursos de los ChatGPT.
En la música, el resultado es fascinante. Google acaba de presentar su nuevo producto de desarrollo de IA aplicado a la creación musical, MusicLM, un modelo capaz de generar música a partir de pautas escritas. Superando a los anteriores sistemas como Juke Box o Audio ML.
Lo destacable de este último paso en Inteligencia artificial en la música es su enorme versatilidad a partir de las pautas creando piezas musicales originales y bien cohesionadas a partir de indicaciones como “Hora de meditar, hora de despertar, hora de correr y hora de dar el 100%.
A partir del lanzamiento de las nuevas las nuevas reglas para la 66ª edición de los Premios Grammy, la música asistida por IA también será considerada, aunque solo los humanos podrán ser nominados o ganar un premio Grammy.
Está claro que en el debate ético que se ha establecido en torno a esta herramienta su uso debe ser cuidadosamente regulado para evitar violaciones de derechos de autor y fomentar la creatividad y la originalidad. No sabemos si el aforismo de Stephen Hawking tenía paralelismos con la superación del hombre de Nietzsche, en cualquier caso hay algo evidente; la polémica está servida.
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