No hace falta ser un gurú de los negocios para darse cuenta de que la era digital ha llegado para quedarse y, sí o sí, va a ser la clave para que las empresas continúen su actividad con éxito en los próximos años. Hasta hace poco tiempo, la transformación digital era una gran desconocida, pero poco a poco va formando parte de las empresas que han visto necesario subirse a este tren para ser competitivas.
Ya no basta con tener presencia en internet, la clave para triunfar consiste en reorientar nuestra actividad a la dimensión digital tratando este ámbito como un área de negocio con entidad propia. Cualquier empresa tiene página web, blog o perfil en redes sociales. Hoy en día lo esencial es saber detectar y aprovechar todo el potencial y las oportunidades que ofrecen las nuevas tecnologías en nuestro negocio.
Todas las empresas pasan por diferentes fases a la hora de entender el mundo digital, desde que comprenden la importancia del concepto y su alcance hasta que se ponen manos a la obra para aprovechar las oportunidades. Ya no es algo opcional, si quieren sobrevivir, y por supuesto, ser punteras, es necesario tratar este ámbito como una línea de negocio en sí misma.
La primera fase suele ser la negación. Todos los cambios cuestan y salir de la concepción de negocio tradicional ha llevado unos cuantos años a las compañías españolas. Las grandes y medianas empresas hace tiempo que pasaron esta fase, pero todavía existen pequeñas empresas que se encuentran en esta etapa inicial. La transformación digital se ve como algo costoso e incluso perverso porque es algo que cuesta entender, pero la apertura de mente debe ser un valor de todo empresario y directivo, imprescindible para avanzar. Una vez que se produce, la transformación digital pasa a ser todo lo contrario: el pasaporte hacia el futuro de un negocio exitoso.
Pasado este periodo inicial, surge el momento de darse cuenta de que el fenómeno es algo real. Entonces se opta por actuar e invertir algunos recursos para conseguir una presencia y actividad digital. Todavía no sé es consciente en esta fase de que no basta con eso, que si queremos que nuestro negocio sea exitoso, tenemos que dar un paso más. Y se da la circunstancia de que no podemos elegir: debemos orientar la actividad empresarial al mundo digital si queremos sobrevivir y tener éxito.
En una fase más avanzada, directivos y empresarios se dan cuenta de la verdadera dimensión, crean una línea de negocio bien estructurada con su departamento digital interno o externo, y reorientan su negocio hacia el cambio. La transformación digital pasa de ser un inconveniente a una realidad.
El cambio no está en las empresas, sino en la sociedad
¿Por qué ir un paso por atrás de lo que están demandando los consumidores? Si no sabemos ofrecerles lo que quieren, sin duda, optarán por otra empresa que sí sepa hacerlo.
E-commerce, estrategia específica de marketing digital con acciones concretas, comunicación directa con el usuario sabiendo qué es lo que demanda y en qué lugares precisa de esa información…Las posibilidades para nuestro negocio son infinitas.
Ahora toca reflexionar y plantearse una serie de preguntas:
- ¿En qué fase crees que se encuentra tu empresa?
- ¿Cuánto tiempo lleva funcionando tu empresa y cuáles son sus puntos fuertes y débiles?
- ¿Cómo crees que la transformación digital podría ayudar en tu actividad?
- ¿Qué actitud tienes ante las nuevas tecnologías?
Una vez que tengas hecho tu diagnóstico es hora de dejarse asesorar por profesionales con experiencia en el mundo digital. No te quedes en la teoría, es el momento de empezar a actuar y de aprovechar todas las oportunidades que se nos presentan.
Artículo redactado: Sara Castillero
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