¿Te sabes comunicar?
Cada minuto, cada hora, cada día, continuamente nos estamos comunicando, pero, ¿somos conscientes de qué comunicamos y cómo lo comunicamos?
Cuando tenemos que dar un discurso nos lo preparamos y nos elaboramos un guión con lo que queremos decir, decidimos cuáles son los objetivos y de qué vamos a hablar.
Sin embargo, en nuestra comunicación cotidiana, en el día a día, ¿transmitimos lo que realmente queremos decir?
Hay que tener en cuenta que en la comunicación influyen tres tipos de lenguajes:
- El lenguaje verbal
- El lenguaje no verbal
- El lenguaje paraverbal
¿Si te preguntaran con qué lenguaje es con el que más te comunicas? ¿Cuál dirías?
Generalmente tendemos a decir el verbal, pues cuando queremos contar algo lo explicamos hablando, pero ¿es realmente cierto? La respuesta es no. Y es que, el porcentaje de comunicación cuando contamos algo es el siguiente:
Sí, sí, no me he equivocado, efectivamente cuando contamos algo, sólo un 7% es lenguaje verbal, un 38 % paraverbal y un 55 % el no verbal.
Aunque el lenguaje verbal suponga un escaso porcentaje, no debemos olvidar que cuando contamos algo tenemos que ser convincentes, influyentes y creíbles, pues sino nuestro receptor dejará de prestar atención y no recibirá el mensaje que queremos trasmitirle.
Tenemos que formularnos tres preguntas:
- ¿Qué quiero contar?
- ¿Cómo lo quiero contar?
- ¿Para qué lo quiero contar?
¿Qué es el lenguaje paraverbal?
Es un lenguaje que complementa al verbal, y que nos ayuda a interpretar mejor lo que el lenguaje verbal está diciendo. ¿En qué nos ayuda?
- Motiva al receptor
- Ayuda a que la otra persona procese la información
- Manifiesta emociones o sentimientos
La importancia del lenguaje no verbal
¿Qué decir? Continuamente comunicamos con nuestro cuerpo: movimientos de manos, expresiones con el rostro, con la posición que adoptamos respecto al otro, etc.
Es por ello, que cuando vamos a dar una formación, un discurso o una ponencia, no sólo debemos prepararnos el discurso de lo qué vamos a decir de manera verbal, sino que, además, debemos preparar el lenguaje no verbal y el paraverbal, y para ello, como me dijo hace un tiempo un buen profesor, tenemos que: «prepararnos, prepararnos, prepararnos…y prudencia».
Y si nos preparamos, y somos conscientes de nuestro lenguaje verbal, de nuestro lenguaje paraverbal y de nuestro lenguaje no verbal, el resultado será: ¡éxito seguro!
Artículo redactado por Marta García
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