Hace tiempo que llegó y vino para revolucionar los métodos de trabajo que hasta ahora estaban preestablecidos en los mercados, hablamos de la IA (Inteligencia Artificial) que desde hace uno años está siendo la artífice del cambio en la forma de trabajar y hacer negocios.
Esta tecnología (IA) ha ido cogiendo cada vez un mayor posicionamiento en los entornos empresariales siendo muchas las empresas que hacen uso de ella de forma inconsciente. El temor que ha generado a las empresas al emplear esta tecnología viene dado por el grado de desconocimiento que existe, a pesar de ser una novedad se está convirtiendo en la tecnología que está cambiando el mundo.
Lo fundamental, con la IA es saber determinar que funcionalidad se le va a otorgar, sí va a ser nuestra aliada en ventas para ver mejoradas todas nuestras áreas, la optimización de nuestros procesos operativos y un ahorro de costes…importante, o va a ser una tecnología que revolucione la planificación de nuestra empresa sin una clara funcionalidad u objetivo.
La IA y su efecto en las ventas
No hay sector que se precie en el cual la digitalización no haya iniciado la transformación con el objetivo claro de encaminar a la IA hacia los sectores empresariales.
La irrupción de la IA en el mundo de las ventas supone una transformación mayor, a esto hay que añadirle el primer gran cambio que se produjo en las ventas con la entrada de Internet que revolucionó los métodos de compras.
Por ello, no es en vano la gran preocupación que existe en el sector por la posible desaparición del vendedor al aplicar técnicas de IA para su cometido. Pero en las ventas hay una premisa muy concreta: alcanzar los números deseados mes a mes, y como intercede la IA en la forma de vender.
¿Quién se beneficia?
El uso de la tecnología trae consigo una serie de incertidumbres al respecto, por ejemplo, la privacidad y la gestión de los datos. El uso de nuestros datos para fines comerciales es algo que a algunos les importa mucho y a otros no tanto, pero lo que en general no cae demasiado bien es el uso de esa información para un enfoque publicitario.
De este modo entra en juego el valor y conocimiento humano para desarrollar con sus habilidades y conocimientos el tratamiento y gestión de nuestros datos personales.
Partiendo de esta premisa, las personas son las que deben ser las que gestionan nuestros datos, la ayuda que puede ofrecernos la IA por mediación de su tecnología con el uso de asistentes personales gestionados siempre bajo el control de las personas es algo muy beneficioso.
¿Peligra la figura del vendedor?
El uso de la IA y su previsión ante situaciones hace que los vendedores miren a esta tecnología con cierto recelo por temor a hacer desaparecer su puesto de trabajo. Hasta el momento el área comercial de una empresa era la encargada de conservar la información de toda la gama de productos de la empresa y por los que los clientes tenían asegurado su paso. Hoy en día, el cliente prefiere gestionar e informarse él mismo sin la necesidad de recurrir a más fuentes, sin prisas y sin agobios.
Chatbot, el vendedor del siglo XXI
Según diversos estudios avalan que el primer ciclo de compra se produce antes de la primera acción con un vendedor. La aparición en los mercado de los chatbots dotados con habilidades de lenguaje natural y acceso inminente a toda la base de datos de la empresa puede ofrecernos una mejor valoración de nuestro servicio por parte del comprador. ¿Beneficio? Ser nosotros mismos quienes guiamos al comprador bajo demanda 24×7.
¿El futuro?
Desde Actio, aconsejamos a las empresas a analizar todas las etapas del proceso comercial y tener muy en cuenta su eficiencia. La ejecución de este proceso consiste en realizar un análisis del negocio para identificar las tareas que se repiten y cuyo valor se incrementa en función de las que se gestionen con mayor flexibilidad, de este modo, se podrán tomar decisiones más rápidas y eficientes teniendo siempre en cuenta el resto de información.
Artículo redactado por Álvaro de Tomás
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