Consideramos crucial comenzar 2017 hablando de Internet de las Cosas, una tecnología que ha llegado a las empresas para quedarse y que, incluso sin darnos cuenta, cada vez tiene más presencia en nuestra vida cotidiana. Si queréis leer una explicación clara y sencilla de lo que es IoT, podéis consultar el artículo La historia de las cosas que quisieron hablar publicado recientemente en este blog.
Para poder hablaros de esta tecnología utilizando datos reales y concretos, hemos partido del Barómetro Mundial IoT que desde hace cinco años publica Vodafone y donde se han consultado a 1.096 representantes de empresas de todo el mundo, de todos los sectores (incluido el público) y de todos los tamaños, desde multinacionales con más de 10.000 empleados hasta pymes con 10 empleados.
El barómetro de 2016 ha sintetizado todas las encuestas realizadas en cinco conclusiones. En este primer artículo vamos a centrarnos en las dos primeras: “el compromiso de la organización es clave para la obtención de mejores resultados” y “la adopción del IoT fomenta la transformación empresarial”.
Más compromiso: más inversión y más proyectos
Según los resultados obtenidos en el estudio mundial de Vodafone, la situación de la inversión en IoT en 2016 se puede resumir en dos cifras: las empresas destinan de media el 24% por ciento de su presupuesto de TI a este área, y 4 de cada 10 destinan más del 20%. De hecho, en muchos casos, ya invierten en Internet de las Cosas el mismo porcentaje que a otras áreas como la analítica, las soluciones móviles o el cloud.
Otro dato significativo es que existe una clara relación entre la parte del presupuesto que se destina a IoT y los resultados obtenidos. Así, las empresas que invierten más del 40% de su partida de IT asegura haber tenido un ROI «significativo» en casi el 80%.
En este sentido, el barómetro señala también que la mitad de las empresas tienen en marcha varios proyectos de Internet de las Cosas. Esto es así porque, según explican desde Vodafone, cuando una organización se compromete con el IoT rápidamente comprueba la oportunidad y el beneficio que supone implementarlos en otras áreas.
Por ejemplo, una empresa española de servicios públicos explica en este estudio: “Tenemos varios proyectos telemáticos como la medición inteligente; además estamos probando cámaras de seguridad inteligentes que sustituirán a los agentes; y un tercer proyecto piloto sobre control remoto de vehículos eléctricos. IoT ya no es sólo una partida más del departamento IT sino que afecta a toda la organización y se puede implementar en cualquier área”.
El estudio destaca asimismo la importancia del compromiso de los directivos. Su respaldo es una condición esencial para que un proyecto IoT progrese y, en algunos casos, sólo el apoyo de la Dirección puede ayudar a superar la transición con éxito y garantizar que los proyectos de IoT puedan coordinarse eficazmente con el resto de tecnologías y en todos los departamentos.
Los proyectos de IoT pueden tener cualquier forma y tamaño, aunque es más probable que los proyectos sean grandes, el 55% de las empresas con menos de 100 dispositivos conectados afirma tener un retorno de la inversión significativo. Además este tipo de implementaciones más sencillas permiten justificar la inversión de forma más inmediata y, de esta forma, lograr el apoyo de la empresa para abordar más adelante proyectos más ambiciosos.
“Justificar un proyecto regularmente es complicado, supone un gasto y la empresa lo mira con reticencia, así que optamos por implantarlo en varias fases. Esto ayuda a justificar el gasto porque el retorno de la inversión comienza a verse pronto y genera confianza en el proyecto” afirma una empresa de transportes con sede en Reino Unido.
IoT fomenta la transformación empresarial
El estudio de Vodafone agrupa en seis grandes categorías los proyectos IoT iniciados por las empresas consultadas (ver imagen 1).
Las categorías más utilizadas por las empresas son las tres primeras, denominadas “operativas”, casi la mitad de las empresas encuestadas tiene, al menos, un proyecto en marcha en una de estas tres categorías. Estas organizaciones aseguraran que el principal beneficio obtenido es la mejora de la experiencia del cliente, seguido de cerca por el aumento de la productividad de los empleados; es decir, ya no se trata de sólo de ahorrar costes.
“IoT forma parte de la estrategia de clientes. No suscita únicamente un debate técnico, sino que también abordamos las posibilidades que ofrece a la hora de fidelizar clientes” explican desde una multinacional de automoción con sede en Alemania.
Aparte de categorizar los sectores empresariales donde se están implantando proyectos IoT, el estudio de Vodafone establece cinco fases en su aplicación que abarcan desde «utilizar esta tecnología para activar un proceso manual» hasta «apoyar la transformación de una empresa a gran escala» (ver imagen 2).
Esta segunda conclusión del barómetro insiste en que la adopción de IoT no sólo implica un cambio tecnológico sino que también trae un cambio organizativo profundo en la organización que implica, por ejemplo, pasar de vender productos a proporcionar servicios, con un replanteamiento de los procesos empresariales en casi todas las áreas funcionales.
Estos programas transformadores exigen una mayor coordinación, el apoyo de las diversas unidades de negocio y el compromiso de la dirección para impulsarlos. Internet de la Cosas ha dejado de ser un mecanismo de ahorro de costes para convertirse en un elemento diferenciador competitivo del siglo XXI.
Podéis acceder al estudio completo en este enlace: Barómetro IoT 2016 Vodafone
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