Hace unas semanas publicamos en este mismo blog un primer artículo con el que pretendíamos dar una visión general del tipo de proyectos IoT desarrollados por las empresas (ver post Barómetro IoT parte 1: compromiso y transformación), y hoy queremos centrarnos en otro aspecto fundamental: el Internet de las Cosas debe ser entendido como un proyecto de la empresa y no como una compra de tecnología o una parte más del departamento de IT.
A continuación, os explicamos los diferentes factores detectados por el Barómetro IoT 2016 de Vodafone para llegar a esta conclusión:
Las empresas que han adoptado IoT cuantifican sus beneficios
El estudio agrupa en cuatro categorías estos beneficios donde, de media, se ha experimentado una mejora del 20% (ver imagen 1).
Se observa que los beneficios varían considerablemente en función de la zona geográfica, por ejemplo, en EE.UU. el aumento de los ingresos es mucho mayor, y el 55% de las empresas habla de mejoras que superan el 20%.
IoT puede fomentar los ingresos
El 21% de las empresas encuestadas para este estudio ha visto un ROI significativo gracias a IoT, y afirman que sus ingresos aumentaron más de un 10% en el último año (ver imagen 2).
Definir objetivos medibles es esencial para dirigir los proyectos IoT
El 68% de las empresas encuestadas afirmó tener objetivos medibles antes de poner en marcha su proyecto. Dada la repercusión de Internet of Things, es razonable pensar que las empresas lo adoptan para cumplir las expectativas de la dirección o situarse al nivel de la competencia; sin embargo, sólo el 5% declaró haber lanzado su proyecto sin un objetivo definido. “Analizamos y estudiamos el coste del proyecto. A partir de ahí, calculamos el ahorro y si todo es favorable, lanzamos el proyecto. Después, hacemos un seguimiento continuo para comparar el ahorro real (o los ingresos) con las previsiones iniciales”, explican los responsables de una empresa de servicios públicos con sede en España.
Las empresas con mejores resultados en IoT recurrieron a proveedores externos para hacer un seguimiento
El 41% de las compañías que han obtenido mejores resultados encargó la medición y el seguimiento a su proveedor de IoT. Tal y como vemos en la imagen 3, los usuarios con más éxito han involucrado a proveedores externos de las tres formas destacadas en negrita:
Las empresas líderes ven IoT como la compra de un proceso
Una de las empresas chinas encuestadas define muy bien esta idea: «los proyectos de Internet de las Cosas son procesos empresariales habilitados por la infraestructura de TI”.
Una clara recomendación para las empresas que adopten IoT es que no lo vean como un proyecto de TI más, ni utilicen los indicadores habituales para este entorno, deben empezar por identificar un proceso empresarial que necesite una mejora e integrar IoT en la solución.
“Adoptamos esta tecnología hace tres años, queríamos ‘descubrir algo’ y acabamos dando vueltas en círculo. Teníamos un montón de datos, pero no sabíamos qué hacer con ellos. Nos dimos cuenta de que esto tenía que ver con nuestra forma de funcionar como organización. El resultado es que IoT se ve más como un cambio empresarial o una oportunidad de negocio que como un coste de tecnología”.
La gestión de proyectos IoT está ligada a los procesos
Se tiende a pensar que la gestión de proyectos centralizada dará mejores resultados, sin embargo, de media, es más probable que los proyectos IoT se gestionen de forma local, en comparación con otros proyectos TI, tal como refleja la imagen 4.
El proyecto de Internet de las Cosas debe estar ligado al proceso empresarial en cuestión y a las necesidades de clientes y de usuarios locales. Un fabricante de automóviles de gama alta con sede en Alemania daba un ejemplo muy claro: “El contenido relativo al vehículo conectado se gestiona cada vez más a nivel local. Por ejemplo, en China no es posible ofrecer Google. En el Reino Unido, los sistemas de comprobación de vehículos robados son diferentes a los de Alemania porque las legislaciones son diferentes. En el viejo mundo se diseñaba un automóvil global, pero el nuevo mundo de IoT está sumamente localizado”.
En conclusión, las empresas que ponen en marcha iniciativas de IoT deben fijar parámetros estrictos sobre lo que desean lograr y sobre cómo determinar el éxito. Está bien hacer pruebas y validaciones, pero existe el riesgo de no actuar según los resultados.
El valor del integrador o «tercero de confianza»
Una nueva tendencia, observada en el estudio, es la figura del «tercero de confianza» que apoya a las empresas que navegan sin objetivos claros en IoT y que integra todos los elementos de la propuesta (dispositivos, conectividad, analítica de datos y aplicaciones, etc.) y que además interviene en áreas como la seguridad y la privacidad. Y ésta es una de las áreas dónde más valor aporta una empresa especializada como EFOR.
Para saber más sobre las tecnologías ligadas a IoT, podéis apuntaros a nuestro curso Desplegando proyectos IoT: del Sensor al Cuadro de Mando o asistir a nuestra jornada gratuita en Madrid: Evento Madrid: IoT hacia la Industria 4.0.
Deja una respuesta
Lo siento, debes estar conectado para publicar un comentario.