¿A quién no le gusta una buena historia? Bien contada, atrae nuestra atención y hace que nos acordemos mejor de los detalles. Y si encima nos emociona y nos sentimos partícipes de ella, seguro que la recordamos para siempre y nosotros mismos somos capaces de contarla y transmitirla.
El storytelling trata exactamente de eso: contar una historia para conseguir nuestro objetivo, que es vender. Esta técnica es la mejor aliada de las marcas que quieren conseguir que su mensaje llegue. En un panorama en el que la publicidad es cada vez más sofisticada, no se trata de hacer un anuncio que llame la atención, que también, sino de construir y transmitir una historia en relación a nuestra marca o producto que llame a la acción del consumidor.
¿Cómo conseguir que el mensaje toque la fibra de unos consumidores acostumbrados a recibir miles de estímulos cada día?
La clave está en seguir una serie de pasos para construir nuestro mensaje como si de un cuento se tratase:
- Ten claro a quién te diriges
Deberás fijar el público objetivo. Tener claro a tus destinatarios es fundamental para poder orientar el mensaje. Ponte en su lugar y piensa qué tipo de comunicación te gustaría recibir si fueras consumidor. - Construye una historia bien estructurada.
Toda historia debe contener planteamiento, nudo y desenlace. Lo que quieres contar de tu producto, también debe seguir esta estructura. En tu storytelling no pierdas de vista el objetivo que te has marcado para comunicar. - Añádele emoción
Si tocas la fibra, habrás llegado mucho más lejos de lo que otros lo hacen. Está demostrado que las historias con emoción son las que mejor procesamos y recordamos. - Busca que el consumidor se sienta identificado
Tienes que hacer que el destinatario se sienta partícipe de este mensaje. Este componente está muy ligado también a la parte emocional. Así que si consigues que el consumidor se sienta implicado y además experimente alguna emoción concreta, tendrás mucho camino recorrido. - Introduce una llamada a la acción
Es vital para conseguir nuestros objetivos, ya sea que compren directamente, que rellenen un formulario, que visiten nuestra tienda… - Todo cuento tiene su moraleja
Las historias tienen su finalidad, esto es, una enseñanza que hace que nuestro comportamiento como usuarios sea de una determinada manera, incluso puede hacer que cambiemos nuestro punto de vista.
Haciendo un buen storytelling conseguiremos no sólo informar sobre nuestro producto o servicio, sino también convencer y vender de forma más efectiva. Paralelamente aumentaremos la confianza que tienen los clientes en nuestra marca al mismo tiempo que atraeremos a clientes potenciales. En definitiva, comunicaremos mejor para conseguir nuestros objetivos. ¿Qué más se puede pedir?
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Artículo redactado: Sara Castillero
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