Hace unas semanas asistí a una charla en el Patio de la Infanta de Ibercaja en Zaragoza que, si bien no me resultaba de interés a priori, debo reconocer que me ha llevado a reflexionar profundamente sobre la captación de talento en la “archiconocida” generación millennial…¿o no tan conocida?
Tras leer detenidamente el libro que en tal evento nos presentaba uno de sus coordinadores, José María Álvarez Monzoncillo, Catedrático de Comunicación Audiovisual de la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid, titulado “Millennials, la generación emprendedora” he podido conocer y documentarme sobre dicha generación, que en pocos años supondrá más del 50% del mercado laboral, por lo que comparto a continuación mis reflexiones.
Hace unos meses, en este mismo blog podíamos leer un artículo titulado Las personas, centro de la estrategia de las organizaciones, donde mi compañero Boris Giambanco hablaba sobre el cambio de paradigma a la hora de captar y retener a esta generación que empieza a crecer en presencia en el mundo de la empresa.
Si bien la generación anterior, conocida como Generación X (actualmente entre 37-51 años) sigue siendo mayoritaria en cuanto a tasa de empleados en el mundo empresarial, no es menos cierto que la Generación Y (que cuenta ahora entre 22-36 años), los Millennials, van ascendiendo a puestos de responsabilidad.
Uno de los desafíos más grandes al que nos enfrentamos en el mundo de la empresa es entender los deseos y aspiraciones de esta generación, así como sus hábitos de consumo, su nivel de formación, su actitud ante el desempleo y su nueva formar de trabajar.
Según Harvard Business Review en su estudio Qué temen los nuevos CEO, no existen conocimientos adecuados que puedan impartirse a managers en lo que a la gestión de esta generación y sus características diferenciadoras se refiere, por lo que se hace necesario adecuarse a la realidad del momento y estudiar sus peculiaridades.
Personalmente, encuentro muchas dificultades a la hora de homogeneizar los patrones de comportamiento de un colectivo, por el hecho de haber nacido en una década coincidente, pero no es menos cierto, que disponemos de estadísticas suficientes como para arrojar algunas conclusiones, que resumo en tres a continuación:
- Millennials, la generación emprendedora: título del libro que mentaba al comienzo y cuyos autores afirman se trata de un segmento con claro espíritu emprendedor e innovador. En realidad, el emprendimiento viene impulsado más bien como respuesta a una necesidad, no en vano en el contexto nacional nos enfrentamos a unas tasas muy elevadas de desempleo juvenil. Sin embargo, entendiendo el emprendimiento e innovación como el acto de acometer un negocio (definición de la RAE), debemos destacar que, dentro de las cincuenta start-ups con mayor futuro, en, al menos, la mitad de ellas participa como socio fundador algún millennial.
- La tasa de movilidad de los millennials es muy alta y, según diversos estudios de empresas expertas en recursos humanos, la conclusión es la misma: la mayoría de jóvenes aspira a cambiar de trabajo en un tiempo máximo de dos a cinco años. Por ello, debemos plantearnos hasta qué punto debemos trabajar en ese engagement, en ese sentimiento de permanencia, con este perfil de trabajadores que parecen tener clara su rotación en el mercado laboral. Una encuesta realizada en 29 países a unas 7.700 personas (Deloitte, 2016) indica que dos de cada tres millennials piensan dejar su empleo en los dos próximos años.
- Cambio en los soportes de publicación de ofertas laborales: nos enfrentamos al descenso en afluencia de algunos portales y consultorías de selección en pro de redes sociales, y no sólo las puramente profesionales, como LinkedIn, sino también Facebook y Twitter dejan de ser espacios de ocio para pasar a convertirse en fuentes de información social, profesional y laboral. Incluso algunas redes audiovisuales se estrenan en la oferta de empleos, como Snapchat. No en vano, los millennials van a poder utilizar su aplicación preferida para solicitar un puesto de trabajo. Sirva como ejemplo McDonald´s, cadena que ha colaborado con esta aplicación para que sirva como medio de consecución de un empleo en alguno de sus restaurantes a partir de verano de 2017, ofreciendo un total de 250.000 puestos de trabajo.
Además de estas tres características globales principales, me gustaría concluir destacando algunos rasgos comunes que espero ayuden a los profesionales de las áreas de captación y gestión de personas al conocimiento de esta generación: tolerancia al cambio, apertura a nuevas experiencias, orientación al trabajo colaborativo, transparencia, contextos organizativos más flexibles, equipos multidisciplinares, valoración de objetivos a corto plazo, intensidad en la comunicación, dominio de nuevas tecnologías, híper conexión y amplitud en sus redes de contactos y empoderamiento digital.
Con todas sus características, serán nuestros millennials los que liderarán la Cuarta Revolución Industrial que hace unos meses vislumbraban algunos, como Pilar López, presidenta de Microsoft Ibérica y en la que ya estamos sumergidos a gran escala y a toda velocidad. Un motivo más que suficiente para conocerlos adecuadamente, ¿no os parece?
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