En la actualidad, la mayoría de los procesos de las empresas se encuentran dispersos, ya que cada departamento realiza funciones diversas y específicas. La falta de conexión entre departamentos hace difícil responder a las necesidades de los clientes y a las expectativas propias.
Aunque la implantación de un ERP pueda resultar un camino algo farragoso a veces, y un trabajo extra durante un periodo determinado para los implicados en ponerlo en marcha, es sin duda la única manera eficaz para gestionar y explotar la información.
Disponer de un software empresarial como un ERP es vital para conocer nuestra realidad y nuestras expectativas de negocio. Con el ERP mejoraremos la productividad y disminuiremos costes, además, todos los departamentos estarán conectados, los datos serán únicos y fiables, se mejorarán los procesos y se evitarán duplicidades en el trabajo.
Por todo lo anterior se puede asegurar que un ERP es el mejor método de crecimiento en una empresa y la mejor herramienta para aumentar la competitividad.
Pero ¿cómo saber si el tamaño y la actividad de mi empresa requiere de un ERP?
Hagamos un sencillo trabajo:
¿Mi empresa maneja una única información en tiempo real?
¿Tengo la absoluta seguridad de que la información es fiable y actual?
¿El valor del stock a día de hoy es estimado, real, lo desconozco,….?
¿Los datos de mis clientes son correctos?
¿Obtengo los datos de cierres o informes contables cuando los necesito, o pasa un tiempo hasta que los puedo manejar?
¿Son similares los datos aportados por diferentes departamentos, aun tratándose de un mismo concepto?
Si ha contestado a una o varias de estas preguntas de forma negativa, entonces, seguro que su empresa necesita un ERP.
Una vez que ya tenemos más claro en qué situación se encuentra la empresa, toca pensar en los gastos de implantación. En este aspecto, actualmente podemos minimizarlos gracias al pago por uso.
Si el ERP está en nuestras oficinas tendremos gastos por mantenimiento, actualizaciones, recursos, seguridad, copias, etc…., pero poder ubicar el ERP fuera de nuestras instalaciones nos permitirá asegurar el crecimiento y bajo demanda, sin gastos extraordinarios de equipos o servicios de mantenimiento, lo cual representa con total claridad el presente y futuro del uso de los ERP´s.
No solo es una herramienta clave para nuestra empresa, sino que además se adapta a nuestra capacidad de trabajo y al capital humano que ha de utilizarlo.
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