La innovación ES necesaria…y ahora más que nunca.
El mundo está parado, sí, pero solo físicamente, porque nuestras cabezas siguen en marcha, y ahora más que nunca, debemos utilizarlas para crear soluciones innovadoras. Podrán parar todas las máquinas, pero nunca podrá parar la máquina más valiosa que tenemos, nuestra imaginación.
Desde que comenzó esta epidemia, hay un factor común a todos los países en los que se expande, que está haciéndonos la vida más fácil y nadie sabe hasta donde pueden llegar sus avances, y este es, la tecnología. Ésta está permitiendo cosas impensables, ¿quién no había soñado con ir a la universidad sin levantarse de la cama?, ¿y una videoconferencia de trabajo, con 217 personas sin una interferencia ni media?, ahora tenemos al profesor del gimnasio dándonos la clase desde su casa, al vecino del tercero imprimiendo máscarillas en 3D y enviándolas a través de Glovo al hospital… y eso es porque hoy tenía el dron estropeado. Pero ¿acaso no os parece impresionante? Los artistas dan gratis los conciertos y hay actores que hasta nos leen libros de poesía antes de ir a dormir, y todo esto es posible gracias a algo que os suena a todos mucho, si, es gracias a la TECNOLOGÍA.
Tenemos que poner en valor todo lo que estamos consiguiendo, porque aunque sea en un pequeño porcentaje, esto es gracias a nosotros, a los que soñamos con tecnología, pensamos en tecnología y hablamos en tecnología. Y es por esto que, de algún modo, también somos pequeños héroes en esta gran batalla que no hemos elegido luchar.
La situación que nos concierne en estos momentos está agudizando el ingenio de muchos. Estas últimas semanas ha quedado demostrado que la creatividad no tiene límites y que creer, es poder. Quizás era necesario que llegáramos al límite más extremo de nuestro aburrimiento para despertar al genio que teníamos dentro.
Por todo esto, en este artículo quería hablaros de la parte «positiva» del coronavirus, esa que pasa más desapercibida, que no sale en los telediarios, y que toca mucho al sector en el que nos movemos y del que debemos sacar pecho y estar orgullosos. A continuación, os traigo los nuevos avances tecnológicos y los sistemas más vanguardistas que han aparecido, a raíz de esta epidemia que estamos viviendo.
Drones parlantes y desinfectantes
Aún no somos conscientes de la inmensidad de capacidades que tienen estos pequeños aparatos, que tantas restricciones legales están sufriendo en nuestro país. Pero en época de crisis, todo vale, y la verdad es que nuestros “vecinos” los chinos, han sabido como darles un buen uso para paliar esta pandemia.
La empresa de tecnología china, DJI, desde el pasado 4 de febrero, adaptó una serie de drones «Agras» para rociar con desinfectante las zonas potencialmente afectadas.
Los drones pueden mejorar notablemente la forma en que China pretende erradicar el virus en áreas públicas: pueden cubrir mucho más terreno que los métodos tradicionales, mientras reducen el riesgo de los trabajadores quienes, de otra manera, potencialmente pasarían más tiempo expuestos tanto al virus como al desinfectante.
Por otro lado, los drones, también están siendo muy útiles para los cuerpos de seguridad, que ya los utilizan para vigilar e incluso para informar a todos los habitantes desde el aire, sin tener que desplazarse a algunas zonas.
Otros de los usos que se les están dando en el país asiático, es para confirmar que la gente se protege adecuadamente con mascarilla o incluso para tomar la temperatura de los vecinos sin que estos tengan que salir de sus casas: basta con que se asomen a la ventana.
Cámaras térmicas para detectar la fiebre
Reconocer oportunamente las personas que representan un riesgo en grandes aglomeraciones de gente, es de gran interés para la salud pública. Los responsables de instalaciones concurridas como aeropuertos, tienen una gran responsabilidad en la protección contra las epidemias.
Un indicador importante sobre la presencia de un virus como el coronavirus, es la fiebre. La termografía es el método ideal para escanear individuos o grandes multitudes de personas. Para ello, se mide la temperatura del ángulo interno del ojo y se activa una alarma cuando se detecta una alteración. De este modo, es posible reconocer personas con una temperatura corporal elevada de forma rápida y fiable, así como separarla para un control más exacto.
Varios aeropuertos de ciudades como Banda Aceh, en Indonesia, han instalado cámaras termográficas que permiten hacer esa medición de forma mucho más amplia. Si se detecta fiebre en algún pasajero, éste es apartado y entra en cuarentena. En el aeropuerto de Fuzhou (China) ya funcionan unas cabinas de cuarentena portátiles en las que evacuan a los sospechosos de estar infectados.
En algunas ciudades incluso se están instalando cámaras de reconocimiento facial con termómetros incorporados para detectar a quien tenga fiebre.
Ascensores de Huawei controlados con el móvil
El gigante chino Huawei, ha presentado un nuevo ascensor controlado con el smartphone que minimizará el riesgo de infección por coronavirus. Huawei Cloud IoT ha estado trabajando en este ascensor inteligente que restringe el contacto entre las personas y los botones, por lo que sirve como medida de seguridad para evitar contagios en la epidemia del COVID-19.
Este nuevo concepto de ascensor ofrece otros beneficios como la capacidad de llamarlo de manera remota utilizando la aplicación del móvil. Además, los usuarios no necesitan pulsar las teclas del ascensor y tampoco deberán esperar mucho tiempo hasta que llegue, ya que se racionalizan y optimizan sus recorridos.
Las operadoras telefónicas al servicio de la policía
Las drásticas restricciones a los movimientos de la población implementadas por China han dejado a millones de personas en cuarentena, la mayoría en la provincia de Hubei, epicentro de la infección. Pero las autoridades de Shanghái no se fían de la palabra de los ciudadanos recién llegados y estos tienen que demostrar que no han estado en zonas de riesgo en los últimos 14 días mediante un SMS que les llega desde su operadora móvil.
En este SMS se detallan las localidades en las que el usuario se ha conectado a torres de telefonía móvil, un servicio que ofrecen las tres compañías telefónicas del país durante la epidemia. No es una prueba concluyente pero sirve para avalar o desmentir la información que proporciona la gente, y ya está siendo utilizado para abrir las puertas de muchos lugares públicos, incluso en el Consulado de España de Shanghái.
Vehículos autónomos para reparto
Una de las empresas chinas más grandes de comercio electrónico JD.com, ha puesto en marcha una flota de robots autónomos para llevar productos a los trabajadores médicos que se encuentran en Wuhan, donde se originó el virus. Estos vehículos son pequeños y recorren distancias cortas de aproximadamente 600 metros a la redonda del hospital, pero prometen ayudar a disminuir las posibilidades de contagio a la hora de hacer llegar material sanitario y medicamentos.
Apps para localizar los contagios cercanos
Otras empresas van más allá, y para permitir el acceso a sus sedes o la reincorporación al trabajo, exigen conocer si se ha detectado alguna infección en el barrio del empleado. Para ello, utilizan un ‘miniprograma’ llamado ‘Yixiaosou’ que se descarga dentro de la aplicación de WeChat, el WhatsApp chino. Utilizando el GPS del teléfono móvil, determina la ubicación y muestra en un mapa los contagios que se han confirmado en los alrededores.
Aunque la empresa china reconoce que este modelo es menos fiable, ya está en funcionamiento al menos en tres zonas públicas de China. El sistema incluso ha trascendido las fronteras y ha sido adoptado por LG en 26 puntos de acceso. Así, sus empleados pueden entrar en las instalaciones sin necesidad de retirar la mascarilla con la que se protegen en Seúl. Según la empresa desarrolladora, la identificación se realiza en 0,3 segundos y tiene una efectividad del 99%.
Botones holográficos
Desde que se inició la epidemia de coronavirus (Covid-19), China ha ideado muchas formas para que los usuarios de ascensores eviten pulsar los botones directamente, ayudando así a alejar el riesgo de tocar superficies potencialmente contaminadas. La gente ha estado usando palillos, mecheros y otros objetos para no utilizar los dedos, mientras que algunos edificios han adoptado sistemas de control por voz para el ascensor.
Sin embargo, la solución más innovadora que se ha visto hasta ahora, son los botones holográficos que ha instalado un ascensor de la ciudad de Hefei, un sistema que permite a las personas introducir el número de piso al que van usando imágenes holográficas de botones.
Y por último, no quería acabar sin hacer un pequeño homenaje al IoT, que está consiguiendo grandes avances en la medicina. Gracias a esta tecnología, es posible monitorizar a los pacientes y tener un control de ellos en tiempo real. Además, el intercambio de datos favorece que se les pueda atender a distancia. Gracias al Big Data y a dispositivos como los wearables, se pueden medir las funciones vitales de los enfermos y analizar los procesos de su organismo.
IoT, Data, Inteligencia Artificial, Drones, visión por computador, automatizaciones,… al fin y al cabo, da igual que tecnología utilicemos, lo importante es que seamos capaces de soñar, creer que las soluciones son posibles, no ponernos límites y trabajar con mucha ilusión para poder llevarlas a cabo.
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