Como he afirmado en varios de mis artículos en este blog: Una mirada atrás evidencia ciertas tendencias que merece la pena analizar.
Las primeras versiones comerciales de VMware aparecieron alrededor de 1998 y hasta casi 10 años después no tuvieron su explosión dentro de los departamentos de IT. Para explicar este crecimiento tan tardío hubo muchos factores, pero uno de los más determinantes fue la adaptación del hardware al modelo de virtualización.
A continuación, os explico lo que quiero decir con esta afirmación: la evolución del hardware a comienzos del año 2003 empezó a traer procesadores con hipertreathing, múltiples Cores, más memoria en los servidores y más barata, mejores placas con más Ethernet, etc.
Todo esto permitió que los proyectos de virtualización se popularizaran y se expandiesen con mucha más rapidez. Hasta ese momento, el hardware había sido un «cuello de botella» donde no se veía el retorno.
Aparte de este avance, ha quedado el debate del ahorro de costes, que traía como bandera esta tecnología, y que, en mi opinión, no fue muy acertado como argumento de venta. Desde mi punto de vista, se debería haber insistido en las mejoras para los departamentos de IT y su profesionalización.
Si queréis saber más sobre este aspecto, en el artículo también publicado en «La Innovación Necesaria», Mi infraestructura de virtualización: Midiendo lo que rinde, mi compañero José Javier Carretero explica cómo obtener el máximo rendimiento de este proceso, cómo evitar los «cuellos de botella» y cómo obtener estadísticas precisas.
Volviendo a la actualidad, hace tiempo que escuchamos cosas acerca de soluciones de virtualización de otros componentes de las infraestructuras IT como, por ejemplo, escritorios, almacenamiento, comunicaciones o redes, sistemas que podrían mejorar mucho si se virtualizasen.
En concreto, se ha hablado mucho de proyectos VDI (Virtual Desktop Infrastructure) que al final no terminan de realizarse en muchos casos, al contrario de lo que sucede con las soluciones de virtualización de servidores, que tantas mejoras están consiguiendo en las infraestructuras IT de las compañías.
Uno de los frenos que tiene esta tecnología y que le impide terminar de popularizarse (os puedo asegurar que tarde o temprano lo hará) es, de nuevo, el hardware que va ligado al software y al que le cuesta reaccionar y adaptarse a los avances que van proponiendo las soluciones de este tipo.
Las soluciones de hiperconvergencia de hardware y software, que han salido al mercado recientemente, están resolviendo esta problemática ofreciendo sistemas de virtualización que no sólo contemplan la parte del servidor, sino que optimizan también el hardware.
Estas nuevas soluciones ayudan a los técnicos de CPD a lidiar con firmware, fabricantes diversos, soluciones certificadas y soportadas y otros tipos de hardware con configuraciones muy complejas que encarecen los proyectos, tanto en su realización como en su administración y mantenimiento.
¿Qué es?
Son sistemas de infraestructuras convergentes, donde en un mismo módulo hay procesador, memoria y almacenamiento. Estos módulos forman entornos de virtualización muy sencillos de administrar ya que se gestionan desde una consola única. Para ampliarlos, sólo es necesario hacerlo a través de una de ellas: con el procesador, memoria y almacenamiento deseados, la consola se conecta al sistema y, automáticamente, se amplia el entorno de virtualización.
Esta nueva manera de ver las infraestructuras hace que nos centremos en las necesidades del entorno, en saber cómo podemos acceder y cómo podemos sacarles rendimiento, en definitiva, en preparar nuestras infraestructuras para la transformación digital, de la que tanto oímos hablar y que tanto está beneficiando a las empresas.
¿Qué aporta la hiperconvergencia al negocio?
Nos permite utilizar soluciones más simples y dinámicas para centrarnos en la administración, y no en las funciones técnicas de instalación. Estas soluciones consiguen que un negocio no se pare, si hay un problema permiten instalar fácilmente un sistema Recovery.
¿En qué consiste técnicamente?
Estas soluciones de hiperconvergencia se desarrollan a través de unos nodos en los que el proceso, la memoria RAM y el almacenamiento van incluidos. Se gestionan desde una consola central que administra el hardware y el software de virtualización, desde un único punto actualizo el sistema, lo configuro, y lo administro. Estos nodos son pequeños servidores, de forma que en un rack de 2U se pueden poner hasta 4 y allí podemos alojar la infraestructura necesaria para nuestro CPD, nuestra delegación remota, nuestro proyecto de contingencia, etc.
Sistemas ha pasado de ser un departamento de soporte a los usuarios a ser una pieza clave en la búsqueda de soluciones de negocio que las empresas quieren implementar para crecer y evolucionar. Las herramientas de que disponen cada vez son mejores y más fáciles de administrar, sólo hay que alinear los objetivos de este departamento con los del resto de la compañía.
Si queréis ampliar más información sobre la última tecnología en soluciones de virtualización, podéis descargaros el contenido y video del Webinar Novedades en VMware 6.
¡Hasta el próximo artículo!
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